En el cielo existen animales extraordinarios, a los que la naturaleza ha premiado con adaptaciones que les permiten sobrevivir incluso a los desatinos del hombre. El halcón peregrino es una de ellas.
Conocida como una de las aves rapaces más antiguas, sobre todo por su empleo en cetrería, el halcón peregrino es un ave de aspecto compacto y musculoso en cuya anatomía todo
está al servicio de la velocidad, ya que es capaz de alcanzar los 320 kilómetros por hora.
Fisonomía
Es un halcón grande, con una parte posterior azul-gris, partes bajas color blanco barrado, y una
cabeza con “bigote” negro. Puede alcanzar velocidades de más de 322 kmh (200 mph), por lo que
es el animal más rápido del mundo. Como es común en las aves rapaces, que se alimentan de
otras aves, la hembra es mucho más grande que el macho.
Hábitat
Los halcones peregrinos se encuentran entre las aves rapaces más abundantes del planeta,
pueden ser vistos en cualquier continente del mundo a excepción de la Antártida. Algunas de sus
mejores poblaciones se encuentran en las islas del Pacífico norte, Australia, la Península Ibérica y
las Islas Británicas.
Prefieren los grandes espacios abiertos y prosperan cerca de las costas, donde abundan las aves
marinas. También habitan en todo tipo de entornos, desde tundras hasta desiertos. Incluso halcones peregrinos que viven en puentes y rascacielos de grandes ciudades, adaptados perfectamente a este medio.
Alimentación
Para alimentarse, caza en pleno vuelo otras aves menores como los pájaros cantores, patos,
gansos y murciélagos. Por eso, su pico se ha adaptado para cortar el cuello de su presa. Así, una
vez ha acabado con su vida, la lleva a tierra si es muy pesada para comérsela.
Una vez es joven o polluelo puede ser cazado por otras aves rapaces, como los búhos o las águilas.
La duración de vida en la naturaleza de un halcón peregrino es de hasta 15,5 años, en cautividad es superior.
Otra curiosidad de este halcón está en sus ojos, que se han adaptado para protegerse de la
sequedad del aire gracias a unas membranas que parpadean de forma continua para que la zona
esté llena de lágrimas y se humedezca. Así, eliminan desechos del ambiente y preservan su
excelente visión.
Reproducción
Son aves fieles, pues pueden permanecer con una misma pareja de por vida. Una vez al año se
aparean durante la primavera y siempre en el mismo lugar. Los ejemplares migrantes a menudo
viajan a lo largo de la costa y periódicamente se los suele ver en el mar.
Estado de conservación
Las poblaciones de halcones peregrinos cayeron abruptamente a mediados del siglo XX (desde la
década de 1940 hasta la de 1970), debido al constante uso de pesticidas por parte del hombre.
Para entonces entró en vigor la restricción del uso de DDT y otros pesticidas químicos. Los
programas de cría en cautividad también han ayudado a relanzar su población. Hoy ya no corren
especial peligro, en algunas partes del planeta es posible que incluso haya más halcones
peregrinos que antes de su declive.